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Cómo reconocer un lunar peligroso 

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Hábitos preventivos como la autoevaluación de lunares sospechosos y el chequeo anual realizado por un dermatólogo, son fundamentales para detectar de manera precoz un cáncer de piel.

¿Tu espalda esté llena de diversos lunares y nunca ha querido ver un especialista? Sácale una foto a su espalda para ver en detalle todas sus características. Toma poco tiempo y un buen análisis puede hacer la diferencia. La auto-observación es es una buena manera para obtener un insight inicial y ver si algo anda mal.

“Generalmente, un lunar normal es una mancha de color uniforme café, canela o negro en la piel. Puede ser plano o prominente, redondo u ovalado y miden menos de 6 milímetros de ancho. Una vez que se ha originado, posiblemente conservará el mismo tamaño, forma y color toda la vida y solo en algunos casos, desaparecerá”, explica la Dra. Alejandra Ríos, Dermatóloga y Directora de Central Klinic.

La mayoría de nosotros tenemos lunares, y casi todos son inofensivos. Sin embargo, es importante detectar cuáles son lunares nuevos, que antes no teníamos y ver bien que características tienen, porque el 80% de los melanomas se generan de ellos, y por otro lado también reconocer los cambios en un lunar (como su tamaño, forma o color). Si es así debes acudir de inmediato al especialista en busca de un diagnóstico preciso y precoz.

En Busca de Señales

Para auto-analizarlos nada mejor que la conocida regla del A-B-C-D-E. Siempre que un lunar cumpla con una de las siguientes características deberías consultar rápidamente con el dermatólogo:

  • Asimetría en alguno de sus ejes.
  • Bordes irregulares.
  • Color variado, no uniforme.
  • Diámetro mayor de 6mm.
  • Evolución Si detectamos que uno de nuestros lunares cambia o genera molestias.

Si descubriste alguna de estas señales entonces es primordial tu visita al dermatólogo. Asegúrate de mostrarle cualquier área que te preocupe y pide siempre que observe las zonas que te dificulta ver. Solo el especialista podrá determinar si es necesaria su extracción para analizar el lunar y luego de practicar una biopsia, evaluar el tipo de tratamiento.

La Dra. Ríos asegura que este tipo de procedimiento es ambulatorio, minimamente invasivo y realizado con anestesia local. “No tiene efectos secundarios y posibilita proteger al máximo el tejido sano próximo a la zona lesionada, mejorando notablemente los resultados y reduciendo los tiempos de recuperación”.

Ya lo sabes. Si notas el cambio repentino de un lunar o la aparición de uno por primera vez que no cumpla con las características básicas de un lunar, por más inofensivo que a ti te parezca, no dudes en acudir con un dermatólogo. Solo su certificada evaluación te dará con precisión un diagnóstico que puede marcar la diferencia en la detección precoz de un cáncer de piel.

lunares malignos y benignos
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